Paz. La residente de Parcelas Jauca de Santa Isabel Noemí Sánchez González de 58 años manifestó que no le gusta vivir en su pueblo. Sánchez González retirada de maestra de escuela elemental por muchos años y actualmente supervisora de maestro en el área sur explicó que la tranquilidad no existe ni de día ni de noche por la alta incidencia en criminalidad, drogas, y jóvenes en la calle en altas horas, luego de un suspiro explicó Sánchez González. Esta ola de violencia se debe a la escasez de seguridad policiaca, falta de valores, forma de crianza en el hogar, el desempleo pues no hay trabajo y alternativas para los jóvenes así informó. Además reveló que esto le afecta en su labor pues los niños muestran poco interés en lo académico y se sienten inseguros en las escuelas pues dentro de la misma y al frente de ella ejercen la criminalidad, por la falta de seguridad y apoyo al maestro. Esta situación le causa ansiedad, inseguridad, y le preocupa pues desea para su pueblo que se de a conocer por su historia bonita y positivas y no por cosas negativas.
Reveló Sánchez González que aun existe soluciones si todas las agencias se unen por un buen común, desarrollando programas educativos como los deportes, artes, enseñarles como obtener una buena carrera y proveerle información para que ellos puedan desarrollar sus propias empresas e ir a otros lugares a ejercer su labor, donde los jóvenes y niños puedan envolverse pues esta será la generación futura. Por otro lado recalco que esto se logra con un genuino compromiso y con el deseo de comenzar el cambio pues tiene que existir voluntad, amor y alta autoestima en las personas y el cambio se reflejará poco a poco. Aconsejo a estas personas del bajo mundo que piensen en su familia, hijos, que este ambiente negativo será la herencia y legado que les dejan. En fin, a pesar de todo lo que pasa en mi pueblo lo amo y me gustaría ver a las personas disfrutar de una unión y sana convivencia y aunque el pueblo no provee muchas oportunidades para los jóvenes al menos exista la paz y el respeto a la vida, así concluyo Sánchez González.
